Creo que muchas hemos notado que la psicología es un campo que ha crecido en estos últimos años, pasando de ser vista como un tabú y una profesión ‘para locos’ para convertirse en una herramienta útil para toda persona en algún momento de su vida.
Para un paciente de cualquier edad, debe ser cuidadosamente ejecutada, ya que en juego está nuestra salud mental.
En Estados Unidos, por ejemplo, existen organismos reguladores de esta práctica, los cuales tienen una serie de normas y estándares para asegurar la calidad del trabajo de sus practicantes.
En muchos países latinos la realidad sigue siendo otra, por lo que en base a lo realizado en este país, les sugiero tomar en cuenta algunos puntos importantes al momento de elegir un psicólogo para nosotras mismas o para un ser querido:
1.Preguntar en dónde hizo sus estudios y el título que le otorgaron.
Esto para corroborar que sea un psicólogo clínico cuya carrera haya sido cursada presencialmente. Hay instituciones donde se puede estudiar a distancia, lo cual es casi como estudiar medicina en esa modalidad, saquen sus conclusiones mamás.
Igualmente no es lo mismo ser psicólogo que psicólogo clínico,
los últimos estamos capacitados para tratar pacientes, los primeros no.
2.Hablar en las primeras sesiones de los temas de confidencialidad y hacer un contrato. El psicólogo está brindando un servicio, y las reglas del mismo deben ser claras de lado y lado. Definir honorarios, cantidad aproximada de sesiones, tipo de terapia que va a utilizar, políticas de cancelación, y cualquier duda que surja del cliente.
Personalmente utilizo una ficha, con toda la información relevante de cada sesión, y esta información le pertenece al paciente (si es mayor de edad) o a sus padres en caso contrario.
Todo debería estar debidamente documentado y salvaguardado por temas de confidencialidad, y los pacientes pueden acceder a esta información en caso de solicitarlo.
3.Definir la duración de las sesiones y la frecuencia de las mismas.
Desde el inicio se deben dejar claras las expectativas del horario. Normalmente se recomienda trabajar una vez por semana para que poco a poco se vayan incorporando e interiorizando cambios en los clientes.
Existen muchas herramientas y corrientes psicológicas distintas, sin embargo, lo mínimo que podemos exigir como clientes es lo que les menciono. Esto garantiza un mejor nivel de profesionalismo en quienes están a cargo de apoyarnos en terapias psicológicas.
4. Finalmente, es muy importante la química entre terapeuta y cliente.
Recordando que no es un amigo, es alguien que emplea técnicas específicas para ayudarnos a descubrir nuestros temas profundos, sanarnos a nosotros mismos y conseguir una mejor calidad de vida.
Siempre es bueno el boca a boca, recordando que lo que de pronto a un amigo le sirvió no es lo mismo que lo que a mí me puede ayudar. Por eso desde el inicio es importante hablar sinceramente con el profesional, comunicar nuestras expectativas del tratamiento y recibir su feedback al respecto.
En muchos casos, cuando nuestros hijos necesitan de terapia psicológica, en especial al ser más pequeños, es imprescindible el compromiso y tratamiento de los padres. Los niños son el reflejo de nosotros, sus padres, y al haber un cambio en nosotros, este se mostrará claramente en una mejora de nuestros hijos.
Muy importante tomar en cuenta que no existen recetas mágicas ni psicólogos que ‘curen a mi hijo’, es un trabajo en conjunto, por lo cual es básico que los padres lo conozcan y se involucren con los psicólogos de sus niños.
Como lo dije anteriormente, ya que no existen todavía organismos reguladores de esta profesión, los clientes debemos conocer pautas importantes para recibir una atención de calidad por parte de los psicólogos.
Con cariño
Daniela Ordóñez
Psicóloga Clínica
0989013562