Cuando el amor se malinterpreta y hacemos daño a nuestros hijos

Queridos padres: Hoy quiero ir al grano con ustedes y compartirles algo que sobretodo en nuestra cultura puede estar mal entendido y ser confuso. Muchas mamás por ejemplo, pensamos que malcriar es sinónimo de mimar, y esto no es así. Todas podemos mimar a nuestros hijos poniendo límites, sin hacerles daño, es más, es parte hermosa de la maternidad darles esos gustos, por ejemplo, comer un día en su cama el desayuno o permitirles comer más golosinas en algún momento especial. Malcriar en cambio es ceder ante toda manipulación, pedido o exigencia de nuestros hijos. Es tener miedo a decirles que no, creer que son niños y por eso todo debe ser felicidad y darles gusto. Busquemos un balance, que sepa que si es si, no es no, y el valor que tendrá este aprendizaje en sus vidas.

Dentro de este tema otro muy importante es el de la sobreprotección. ¿Sabían que maltrato infantil, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) puede ser por: negligencia, abandono, abuso psicológico, físico y sobreprotección? Todos los primeros seguramente para la mayoría serán evidentes, sin embargo, el último es uno de los que más hacemos con los hijos, creyendo que es la forma de amarlos, el encerrarlos en una burbuja, para que el viento no les roce, para protegerlos del mundo, para darles haciendo todo (¿mimar o malcriar?) y brindarles todo nuestro amor. Sin embargo, los estudios muestran que esta es una forma de maltrato, porque transforma a esos niños tan amados en adultos inútiles y dependientes. Adultos incapaces de hacer las cosas solos, por si mismos. Así que recuerden esto, la fórmula de una buena educación es nuestro ejemplo y darles alas con amor.Con cariño,
Daniela

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