TIPS PARA SER MADRE Y MUJER A LA VEZ

Para quienes me leen por primera vez, les quiero contar que soy psicóloga clínica, coach ontológica, madre de dos pequeños de 7 y 2 años, esposa y profesional; y quiero hoy compartirles desde mi propia experiencia y conocimientos científicos, siete tips para ser madres y mujeres a la vez.

1. ACEPTACIÓN
Aceptar que ser madres, especialmente las de hijos pequeñitos, es un reto en todo aspecto, una persona más formando parte de mi familia, la responsabilidad de un ser pequeñito que solo se expresa mediante su llanto, la dificultad para dormir, y entender que esto es pasajero, normalmente el año más difícil a este nivel es el primero; según nuestro bebé va formando hábitos, rutinas de comida, descanso, etc, nosotras también volveremos a la normalidad, pero por favor, no nos exijamos tanto ese tiempo, con sobrevivir, es más que suficiente. Es una etapa exigente, difícil, agotadora, aceptemos esta realidad y sepamos que esto también, va a pasar.

2. DEPORTE
Hacer ejercicio es terapéutico, incluso se lo ve como el enemigo del psicólogo. Previene acumulación de emociones incómodas, promueve la dopamina y neurotransmisores que producen felicidad y satisfacción; todo esto, además de ayudarme a mantenerme saludable a nivel físico y en forma. Hay decenas de argumentos para hacerlo, podemos usar videos en casa, salir a un gimnasio, a caminar con el coche de mi bebé. Practicarlo al menos 3 veces por semana, mínimo 45 minutos produce grandes beneficios en mi vida. Con respecto a la maternidad, me ayudará a recuperar mi autoestima, y será un tiempo para mi misma.

3. RECUERDA LAS PRIORIDADES
Primero, es importante recordar que soy una mujer, ser humano que necesita de rutinas, descanso, mimos, estabilidad. Si yo estoy bien, los demás a mi cargo y a mi alrededor, también lo estarán. Muchas al ser madre nos volcamos a cuidar a nuestros hijos, a que se vuelvan nuestra razón de vivir. No quito importancia al hecho de que claro, son nuestros motores, motivadores para luchar, sin embargo, debo buscar un balance. Un error grave es poner a mis hijos en el lugar que no les corresponde. Ellos son mis hijos, no son mi vida, necesito tiempo para mi, para estar con mi pareja, para mis amigos, para hacer lo que me gusta, etc. En el tema de maternidad, los estudios científicos demuestran que lo importante es la calidad de tiempo con los hijos; vivir, respirar por ellos y sobreprotegerlos, al contrario, los vuelve adultos inútiles y dependientes. Busca espacios con tu pareja, les va a dar pereza, será más cómodo quedarse en casa, sin embargo, el rato que salgan, vuelvan a ser niños, diviértanse, una película juntos, un paseo para conversar, es básico para mantenerse conectados. Recuerden que sus hijos necesitan padres felices, y para esto, la pareja debe cuidarse como oro.

4. APRENDAN A NO ESCUCHAR
Y más que nada, a quien escuchar, muchas personas tienen buena voluntad al momento de darnos consejos, otras nos los dan sin haber preguntado, otras a manera de juicio, la suegra, la tía, la amiga…Créanme que pueden leer todos los libros de crianza, que cuando tengan a su bebé la situación será un reto, ni se diga cuando llega el segundo, ya creemos haber dominado ese terreno de ser madres y toma! Salió distinto al hermano mayor. Entonces…zapatero a tus zapatos. Busquen consejo en quienes confíen, en quienes admiren su estilo parental, en especialistas en el tema, y sobre todo, sigan su intuición, creo firmemente que a partir de ser madres se nos despierta a la mayoría un chip que nos indica muchas cosas, escuchémoslo. Cuando la gente nos diga consejos, etc, por cortesía escuchen y agradezcan, pero como me dijo un día mi mami, “Di que sí, y haz lo que te de la gana”. Así evito conflictos y no me tomo personal lo que me dicen.

5. DESPÍDANSE DE LA CULPA
Como les dije anteriormente, muchas madres que trabajamos por ejemplo, experimentamos culpa de no estar ahí para ellos, la realidad es que nuestros hijos no necesitan madres 24-7, necesitan madres felices, que el tiempo compartido sea de oro, estar pendientes, pero sin culpa. La culpa puede ser una emoción que nos tortura, aceptemos nuestra realidad, si puedo estar poco tiempo con ellos, hagamos que ese tiempo cuente, es más que suficiente.

6. SEAN UN EQUIPO
Muchas veces en consulta escucho cosas como: “Es que el no me ayuda”, y aquí les invito a pensar como mujeres, el trabajo que tenemos por adelante. Los hijos son de dos, no es cuestión de que nos “ayudan”, son sus hijos también y los dos somos un equipo, peor aún cuando la madre también trabaja. Para esto debemos aprender a soltar, permitir al hombre crecer, confiar e irlos guiando para que aprendan no solo a ser padres a la antigua, sino a cambiar pañales, darles de comer y ser figuras emocionales importantes. Repartir las responsabilidades de forma balanceada en la pareja es básico. A esto se une el tema de la educación. Señoras, si seguimos teniendo machismo en nuestra sociedad, en gran parte es gracias a nosotras mismas, porque seguimos manteniendo las creencias antiguas en nuestra crianza. Tratemos a nuestros hijos por igual, sin importar su género, démosles responsabilidades acordes a su edad, de nosotras depende cambiar o mantener este tema para las siguientes generaciones.

7. LÍMITES Y AMOR
Muchos padres creen que mimar es sinónimo de malcriar, y esto no es así. Podemos ser madres amorosas y también poner límites, es más, poner límites es parte del amor más grande que podemos brindar a nuestros hijos. Pongan reglas claras, consecuencias y comportamientos deseados desde pequeños en casa. Recuerden, sus hijos llegan a un hogar que ya existía antes que ellos. Son ellos quienes deben acostumbrarse a su hogar, y no los padres dejar de vivir y cambiar todo para adaptarse a ellos.

Finalmente, recuerden, ser madres es una faceta más de nuestras vidas, disfrutémosla, pero no volquemos todo nuestro ser solamente a esto, busquemos más actividades y situaciones que nos motiven a levantarnos cada día, así seremos madres felices, y ese es el mejor regalo para nuestros hijos y quienes nos rodean.
Con cariño,

 
 

Estrategias para frenar la violencia en la sociedad

¿Qué podemos hacer para frenar la violencia en nuestra sociedad?

Aprovechando que este es nuestro mes, quiero invitarlas a reflexionar sobre la violencia en nuestra sociedad. Hay muchas causas, y mi intención con este artículo es que puedan conocer herramientas y estrategias de prevención e intervención frente a esta realidad lamentable.

La violencia se presenta por una mala regulación emocional; es decir, esa ira expresada de forma que me hago daño a mi mismo o a los demás. Entonces, el primer paso para cambiar esto es entender que las emociones tienen una función, me dan un mensaje, y que no son malas, por ejemplo, la ansiedad me prepara para rendir bien antes de un examen.

Luego de entender que las emociones tienen una función, pongámosles nombres. Podemos apoyar a que nuestros hijos pequeños vayan identificándolas, preguntando donde las sienten en su cuerpecito, y bautizándolas, pueden encontrar en internet incluso fotos con las emociones a que les vayan poniendo una cara.

Otros puntos subestimados para promover esta regulación emocional son las rutinas, en adultos y aún más en niños, horarios de sueño, de alimentación, controlando especialmente el consumo de azúcar en exceso y hacer ejercicio, al menos 30 minutos al día.

El machismo ha sido el sistema que ha sostenido la violencia contra la mujer en nuestro mundo; está tan arraigado y normalizado que es complejo irlo erradicando, pero si tú que estás leyendo esto y decides poner un granito de arena, te aseguro que nuestros hijos e hijas cosecharán los frutos de nuestro trabajo emocional.

¿Cómo educo a mis hijos distinto? Cuando dejo de reírme de chistes machistas; cuando permito que mi esposo aprenda a cambiar un pañal, tender la cama y ser parte de las tareas del hogar y del cuidado de los hijos. Cuando dejo de usar frases como: “Esa no trabaja, es ama de casa”, o le aconsejo a mi hijo “búscate una señorita de su casa”, o le digo a mi hijo “deja que tu hermana limpie”. Recordemos que nosotras somos las que apoyamos y mantenemos el machismo en el hogar, o las que podemos cambiarlo, y esto hará que podamos vivir en un mundo mejor.

Un mundo donde dejemos de criar “sirvientas” y “proveedores”, donde se entienda que feminista es todo aquel que busca la igualdad de derechos y responsabilidades de los seres humanos.

Valoremos y enseñemos habilidades interpersonales a nuestros hijos, empatía, esto no solo los vuelve más sensibles y humanos, sino que les ayudará a tener mejores relaciones con los demás y por ende, más oportunidades, redes de contactos y menos conflictos.

Enseñemos a nuestros hijos a valerse por sí mismos, a cocinar y a adquirir todas las habilidades posibles, sin tomar en cuenta el género. El cambio que estamos esperando en el mundo empieza en casa, empieza conmigo y contigo.

Con cariño,

Daniela Ordóñez

5 Tips científicos para manejar la temida ansiedad

Recordemos que la ansiedad es una emoción más en el espectro de la vida de todos los seres humanos. El problema radica cuando esta se expresa en exceso y afecta a nuestro funcionamiento cotidiano. Hoy queremos compartirles en colaboración con @mindfulmom.ec algunas estrategias para enfrentar a esta emoción y regularla. En primer lugar, es importante que sepamos que los trastornos de ansiedad suelen ser más comunes entre las mujeres. Inclusive, se calcula que las mujeres somos casi el doble de vulnerables a presentar este trastorno en algún momento de nuestras vidas. También, hay ciertos grupos raciales que tienen menores niveles de preocupación; y los afroamericanos presentan los niveles más bajos de preocupación en varios estudios. El TAG puede presentarse a la vez (comorbidad) con varios trastornos, siendo la depresión la más común. Para tratarla, se recomienda analizar la necesidad de uso de fármacos (junto a un psiquiatra), junto a terapia psicológica, donde la Terapia Cognitiva Conductual ha mostrado tener gran éxito. Les proponemos probar estos 5 ejercicios y técnicas para manejo adaptativo de la ansiedad: 1. Acepta la ansiedad, solo haciendo esto, su intensidad bajará. Es importante saber que las emociones buscan expresarse, si no las dejamos “salir”, buscarán hacerlo mediante una enfermedad física, o enmascaradas en otras emociones como por ejemplo, la ira. Entonces, una técnica útil es el decir cosas como: “Ok, estoy ansiosa, listo, ansiedad ven a mi”, y sin miedo, sentarme unos minutos con esa ansiedad, verán como en poco tiempo, esta disminuye (lo mismo aplica para cualquier emoción). 2. Enfócate en lo que estas experimentando con tus 5 sentidos en este momento. Describe 5 cosas que estás viendo, 4 cosas que estas sintiendo (como se siente estar puesto esos zapatos), 3 cosas que escuchas, 2 cosas que hueles y 1 cosa que saboreas. 3.  Recuerda que la ansiedad es pasajera.  A veces la ansiedad es tan intensa que uno puede llegar a pensar: “si no hago algo para calmarme va a durar para siempre”, pero las investigaciones indican que la ansiedad en general dura 20 minutos a lo mucho. 4. Usa la ansiedad. La ansiedad no siempre es mala puede ser útil. Por ejemplo si estas en una entrevista de trabajo es útil sentir ansiedad por que te permite filtrar tus pensamientos antes de hablar. Te hace más juicioso. 5. No creas todo lo que dice tu mente. Cuando estas ansioso tu mente puede generar un montón de pensamientos negativos que muchas veces no tienen fundamento y son sesgados. Recuerda que solo son pensamientos no verdades.

7 señales de que necesitas cambiar de psicólogo

Si actualmente están dentro de un proceso terapéutico o lo están considerando para un futuro, es muy importante elegir aquella persona que mejor vaya con ustedes. Me da mucha pena cuando por ejemplo, alguna pareja decide divorciarse, habiendo acudido apenas a un par de sesiones donde algún terapeuta con el cual tuvieron una
experiencia que no llenó sus expectativas. Cada psicólogo es único al igual que ustedes, que están leyendo esto; por esa razón les dejo por aquí algunas banderas rojas que les pueden indicar que necesitan buscar alguien distinto para sus procesos terapéuticos.

1. Falta de conexión: Uno de los predictores más importantes del éxito de una terapia
es la conexión y confianza entre terapeuta y cliente; si no la tienen, sin importar el
motivo, es hora de buscar alguien más.

2. No hay mejora: Cuando van varios meses a un terapeuta y sienten que no han
progresado; incluso pueden sentirte peor luego de las sesiones. Es importante
considerar que algunos asuntos requieren de una terapia a largo plazo, pero si sienten
que no avanzan, háblenlo con su terapeuta, sin embargo, puede ser una señal de que
necesitan un nuevo psicólogo.

3. Falta de límites: Cuando tu psicólogo parece olvidarse del tipo de relación que
tienen; te empieza a contar sus propios asuntos personales sin un propósito
terapéutico, o quisiera ser tu amig@ fuera de sesión, ten cuidado, esto no es
profesional ni ético.

4. Se distrae: Si te das cuenta parece que tu terapeuta está teniendo problemas para
ponerte atención; toma llamadas o contesta mensajes durante las sesiones, incluso se
quedan dormidos (increíble pero cierto); no sólo es una falta de respeto sino que es no
darte lo que estás buscando y por lo que estás pagando; este es tú tiempo y mereces
ser tratado con total respeto.

5. No es neutral: Este es uno de los que más he visto en el Ecuador, así que ¡mucho
ojo!, esos terapeutas que siempre se alinean contigo o con tu pareja en todos los temas
que topan. Un buen terapeuta te dará la razón algunas veces, otras no, pero aquellos
terapeutas que se unen completamente a una sola historia, no son objetivos, incluso a
quienes están en rol de víctimas dentro de la terapia, los hunden más en la
victimización, y este de seguro, no es nuestro trabajo.

6. Si te sientes avergonzad@ o juzgad@: Parte principal de nuestro trabajo es no
juzgar las acciones de nuestros clientes o pacientes, esto no quiere decir que no vamos
a explorar temas como la culpa por algo que hiciste y de lo que te arrepientes, sin
embargo, esto se hará desde un punto de respeto sin hacerte sentir mal con quien tú
eres. Si tu terapeuta no va por este camino, es hora de buscar alguien más.

7. Si busca romper tu sistema de creencias y valores: Cada persona tiene sus
creencias propias, incluso los psicólogos, sin embargo, no debemos ponértelas a ti
encima; podemos explorar juntos temas como la religión o creencias frente a distintos
temas, pero no pretender convencerte.

Estos son algunos de los puntos importantes para darnos cuenta si estamos en el
camino correcto con nuestros terapeutas, a esto, le añadiría un tema de puntualidad,
donde se respeta su tiempo; además, de dejar claro desde el inicio la duración de las
sesiones (50 minutos, 1 hora, etc), para que no hayan sorpresas a medio camino. Es
importante de lado y lado conocer las reglas del juego. Espero que estos consejos les
sirvan, con cariño.

Daniela

5 TIPS PARA CAMBIAR MI ACTITUD

Me encanta una frase de John Mitchell que dice: “Nuestra actitud hacia la vida determina la actitud de la vida hacia nosotros”; creo firmemente en el poder que tiene la actitud en nuestro éxito en la vida. 
Si miramos a nuestro alrededor tenemos gente con una actitud positiva, quienes disfrutan más de la vida, y en general son más felices y exitosos que quienes van por la misma con mala cara y pesimismo.

Nuestra actitud funciona como un motor, nos puede impulsar a lograr cosas maravillosas y si no la trabajamos adecuadamente, también surgirá el efecto opuesto. 
Si piensas que todavía te falta trabajar en tu actitud, la buena noticia es que: ¡Basta que lo quieras para que puedas lograrlo!, así que te dejo algunos tips para conseguir este cambio:

1. Identifica y comprende lo que quieres cambiar:
 Sé honesto contigo mismo y auto evalúate para que veas exactamente qué de ti necesitas mejorar o cambiar.

2. Busca un modelo a seguir: Al tener alguien que nos inspire, porque esa persona nos recordará que se puede lograr lo que estoy buscando, soy más optimista conmigo mismo. Busca alguien con la actitud que quieres alcanzar, y permite que te inspire y motive en tu camino hacia convertirte en una mejor persona.

3. Escoge la compañía adecuada: No esperes un cambio si te rodeas de personas negativas, especialmente de quienes tienen las características que tú estás buscando cambiar. Pasa más tiempo y haz nuevos amigos con gente más optimista y con una actitud sana frente a la vida; vas a ver la diferencia que esto hace.

4. Piensa y visualiza cómo tu cambio de actitud va a afectar a tu vida: 
Ten claro en qué vas a beneficiarte al cambiar tu actitud? Tal vez vas a mejorar tu salud física y mental, también puede afectar positivamente tus relaciones interpersonales, vas a tener más éxito en tu carrera, entre otros. Concéntrate en los beneficios que vas a tener al realizar este cambio; así tendrás más posibilidades de alcanzar tu objetivo.

5. Cree en tí mismo y en que puedes cambiar: 
Recuerda que muchas veces, el mayor obstáculo, ¡somos nosotros mismos!, así que es hora de creer en ti, solamente así podrás lograr el cambio que buscas.

Absolutamente TODOS podemos cambiar, recuerda que requiere de persistencia, de auto evaluarte constantemente y de luchar a diario por ser mejores.

Con cariño,

Daniela

Mitos y Verdades de las Flores de Bach

En un artículo anterior “Qué son las flores de Bach” que les escribí en el blog, explico en detalle de qué se tratan estas flores con las que muchas personas tratan clientes-pacientes y pueden ser muy beneficiosas; sin embargo, desde que lo escribí hasta la fecha, he visto un montón de posts en redes femeninas y creencias erróneas alrededor de las mismas, razón por la que hoy les preparé un resumen de mitos y realidades de esta terapia floral.

  1. LAS FLORES DE BACH SON UN TRATAMIENTO ALTERNATIVO ANTE LA MEDICINA TRADICIONAL
    Esto es muy delicado, si por ejemplo alguien está tomando medicación para la depresión recetada por un psiquiatra, no puedo dar esto como terapia alternativa, podría darse como apoyo adicional pero no en vez de ninguna medicación. En otro caso, si una persona está afectada por algún problema emocional (digamos depresión) y va directo donde un psicólogo o terapeuta que trabaje con estas flores, sí puede probarlas dependiendo el grado de depresión que experimente (leve o moderada como máximo); el terapeuta deberá evaluar el grado de depresión y en base a eso recomendar visitar un psiquiatra para una evaluación y posible medicación de ser necesario.

2. LAS FLORES DE BACH CURAN PROBLEMAS O DOLENCIAS FÍSICAS
Sin embargo, hay muchas enfermedades relacionadas directamente a asuntos emocionales; las flores permiten restaurar un equilibrio emocional, así recuperamos nuestro bienestar y por ende, la enfermedad puede mejorar o desaparecer.

3. ES NECESARIO SER PSICÓLOGO PARA SER TERAPEUTA FLORAL
No es un requisito, sin embargo, un psicólogo puede tener una comprensión más profunda del estado emocional y psíquico de sus pacientes y con una buena entrevista y conocimiento recetar las flores con precisión.

4. HAY LÍMITES DE EDAD PARA TOMAR FLORES DE BACH
No, puede tomarla desde un bebé hasta un anciano, incluso animales.

5. EXISTEN FÓRMULAS FLORALES ESTÁNDAR
El único remedio que se vende preparado para ciertos estados emocionales se llama “Rescue” y se lo consigue en varias tiendas de venta libre como Whole Foods en Estados Unidos. El resto de flores se preparan de forma personalizada, básicamente porque la historia de cada persona es distinta, y con esto, sus emociones y su preparación floral.

6. AL PROBAR LAS FLORES DE BACH ME VOLVERÉ DEPENDIENTE DE ELLAS
Las esencias florales funcionan como facilitadoras de los cambios dentro de un proceso de auto conocimiento; de esta manera si la persona las toma y lleva a cabo un proceso terapéutico de la mano, estos síntomas que en principio lo llevan a probar las flores, no tienen por qué volver a surgir.

7. LO QUE YO NECESITO ES ALGO PARA LA “ANSIEDAD, DEPRESIÓN, ETC”
Las flores de Bach son un sistema completo, dirigido a la emocionalidad y no a una situación; esto significa que tal vez una o más de una de estas flores (son 38) sirven para la ansiedad, o para la depresión; sin embargo, en consulta lo importante es identificar qué está produciendo esta ansiedad o esta tristeza, como Bach decía: “Mirar cómo sufre el que sufre”.

8. LAS FLORES NO SIRVEN PARA NADA, SON PURO PLACEBO
Este es uno de los mitos más grandes, si fueran así, los niños no experimentarían cambios ni los animales o plantas que al ponerles algunas esencias luego de una mudanza o trasplantarlas, son beneficiadas.

Como saben quienes ya me van conociendo por acá, soy psicóloga clínica y también trabajo con las flores en algunos casos, antes de estudiarlas, decidí probar su eficacia en amistades y familiares, viendo una mejoría de síntomas en el 95% de los casos. Esto fue suficiente para decidirme a invertir en mi kit de flores (se importan desde Inglaterra únicamente) y ofrecer esta alternativa por: ser natural, para cualquier edad, ayudar a un bienestar emocional y no causar adicción.

Con cariño,

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Quejarme: ¿Qué consecuencias trae a mi vida?


¿Han visto que la queja es el deporte nacional en nuestro país? ¿Se han puesto a pensar cual es el efecto de hacerlo continuamente en nuestra vida y nuestro cerebro? Hoy quiero compartirles información alrededor de esta mala costumbre que muchas veces adoptamos inconscientemente.

Muchos estudios demuestran que la mayor parte de personas se quejan una vez por minuto durante una conversación típica. Quejarnos es tentador ya que se siente bien hacerlo, como fumar un cigarrillo o comernos una pizza entera, sin embargo, al igual que estas actividades, es mala para nuestra salud.

Nuestro cerebro funciona de tal manera que al repetir una conducta, como la queja, las neuronas se van conectando automáticamente entre sí para que la información fluya más fácilmente. Esto hace que a futuro sea más sencillo repetir este comportamiento, hasta volverse tan automático que nos cueste darnos cuenta que lo estamos haciendo. Es así como el quejarnos repetidamente hace que nuestro cerebro a futuro siga repitiendo este patrón más fácilmente; de esta manera, con el tiempo, nos es más fácil ver los eventos de manera negativa, sin importar lo que esté pasando a nuestro alrededor. La queja se vuelve nuestro segundo nombre y nuestro comportamiento automático, y esto también afecta la manera en la que los demás nos perciben.

Adicionalmente, ¿Sabían que la queja afecta a un área importantísima del cerebro, llamada hipocampo, que es crucial para nuestras habilidades de resolución de problemas y pensamiento inteligente? Además, es una de las áreas principales que se destruyen cuando alguien tiene Alzheimer. No solo nos afecta a ese nivel, sino que también al quejarnos, nuestro cuerpo produce cortisol, la hormona del estrés; la cual puede volvernos más susceptibles a tener colesterol elevado, diabetes, problemas cardiacos, obesidad e incluso más vulnerables a sufrir un derrame cerebral.

Es importante comprender que no todo depende de nosotros mismos, por ejemplo, al rodearnos con gente negativa o que se queja, la tendencia es que copiemos este comportamiento; por lo tanto, la invitación es a que nos demos cuenta de con quienes estamos compartiendo nuestro tiempo; recuerden que los expertos en quejarse quieren a su alrededor gente que se una a su “miseria” para sentirse mejor con ellos mismos. Piensen de este tipo de personas como lo harían con un fumador, ¿Pasarían ustedes la tarde junto a alguien que fuma encima suyo todo el tiempo aunque ustedes no lo hagan? Pienso que la respuesta lógica es no, nos distanciaríamos, y esto es lo mismo que debemos hacer con las personas negativas y quejumbrosas.

Y si soy yo la que me quejo, ¿cómo puedo cambiar?. Primero, cuando tenga ganas de quejarme, desviar mi atención hacia una actitud de agradecimiento, donde pueda ver aquellas cosas que tengo en mi vida que me hacen afortunada. Estudios demuestran que solo el hecho de realizar este sencillo cambio, disminuye nuestro cortisol significativamente. Con el tiempo, esta forma de pensar se volverá un hábito que mejorará nuestra salud mental, reducirá la ansiedad y mejorará nuestro estado de ánimo. Finalmente, un truco para enfrentar la queja es que antes de abrir la boca y hacerla, nos detengamos a pensar si el hacerlo tiene un propósito, es decir, que lleve a la búsqueda de una solución al problema por el cual me estoy quejando; y si no encuentro un objetivo, o una solución, abstenerme de hacerlo ya que no tiene sentido. 

Recuerden todo lo que perdemos al quejarnos: Alejamos a los demás, vemos las cosas desde una óptica negativa, e incluso afectamos a nuestra propia salud mental y física. Creo que vale la pena intentar un cambio, ¿qué opinan?

Con cariño,
Daniela

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Asertividad: Enseña a tus hijos a decir NO

Como padres, una tarea muy importante es el apoyar a que nuestros hijos desarrollen habilidades que fomenten unas relaciones interpersonales sanas y satisfactorias. La asertividad es una de estas habilidades, y se refiere a la capacidad de saber decir no; mantener una opinión propia frente a diversos eventos o situaciones, ser capaz de pedir favores, incluso poder reaccionar frente a una agresión física o verbal, y poder manifestar eficazmente las propias emociones y sentimientos.

Muchas veces sentimos culpa, vergüenza de decir que no, nos “tragamos” las cosas o perdemos la cabeza al ser agredidos. Sentimos miedo de defraudar a los demás, o tenemos la necesidad de querer agradar a todos. Comprendamos que decir que no, no es sinónimo de egoísmo, más bien, es generosidad conmigo mismo y ayudará a que pueda cumplir con lo que tengo que hacer de mejor manera. También poder decir no me da más tiempo libre para dedicarme a otros intereses. Me ayudará a tener menos estrés y cargas excesivas (y muchas veces innecesarias) en mi vida. Por todo esto, pienso que la asertividad es una actitud sabia para nosotros como padres y por supuesto, para nuestros hijos.

La asertividad entonces, pretende que tengamos una actitud que no permita la manipulación de los demás. Es una postura saludable ante la vida. Mientras alguien pasivo se deja pisotear, y alguien agresivo impone a los demás las cosas; el asertivo negocia, busca lograr acuerdos de forma positiva. La asertividad también va muy ligada a la autoestima y el miedo a ser rechazado, a esa necesidad de encajar en un grupo. Por esto nuestros hijos deben aprender a defenderse y expresarse. Nosotros no debemos ser vistos como sus salvadores sino como en quienes pueden contar para apoyarlos a que ellos resuelvan sus propios problemas con asertividad. Mientras antes lo aprendan, mucho mejor.

Una forma básica de inculcar esta habilidad es dando el ejemplo; si yo soy asertiva, seguramente mis hijos aprenderán de mi; pero, si no lo soy, debo trabajar primero en mi propia capacidad para luego enseñarla en casa. Los niños que ven en los padres un modelo de comportamiento asertivo, aprenderán a mantenerse firmes por sí mismos. Si nuestros hijos ven que tomamos decisiones con respeto hacia nosotras mismas y los demás; que no nos cuesta decir que no, entenderán que decirlo, está bien. Si en un momento también nos dicen que no ante alguna petición donde era justo hacerlo (no vale no arreglar su cuarto, o cumplir una tarea que le corresponde), debemos mostrar respeto y apoyarlos.
El lenguaje es importantísimo, cuando un hijo se equivoque, en vez de decirle algo como: “Ay hijito, que mudo, ¿es que no sabes decir que no?”, utilicemos algo similar a: “Mijo, te sentiste mal por no poder decir lo que piensas, ¿qué crees que te puede ayudar la próxima vez a hacerlo?”

Fomentemos un hogar democrático, donde todos se escuchen y respeten sus puntos de vista, no es lo mismo que estar de acuerdo, pero sí, respetar lo que cada hijo opine. Si aprenden a opinar en casa, será más probable que lo hagan en otros lugares y estén cómodos con eso. Anima a que todos den su opinión, siempre habrá un hermano más dominante, sin embargo, encárgate de ser tú la moderadora y que todos tengan la oportunidad de expresarse.

En un momento del día en que estén con calma pregúntale a tu hijo “¿Cuando en el cole te hacen o te dicen algo que no te gusta, qué haces? O algo como “Cuándo tu amiga te dice tonta, ¿tú que haces?”. Tras escuchar de forma activa su respuesta explícale que puede actuar de otra forma, pues tiene el poder de decir no cuando algo no le gusta: “¿Sabes que puedes decirle no? Podemos explicarles que se puede actuar de otra manera, que pueden decir no si algo no les gusta. Darles opciones de cómo pueden responder en otra oportunidad: “No me empujes, no soy tonta, no me digas así, no me gusta lo que hiciste…” Luego practiquen imitando situaciones similares, donde nosotras con cara seria, y de forma clara y contundente diremos “No me empujes” (o lo que aplique), y después, hagamos que nuestro hijo nos imite y lo haga asertivamente. De este forma puede ir practicando poner sus propios límites en casa.

La asertividad se relaciona con la empatía, y es importante porque implica amor propio, pero desde el respeto y valoración a los demás. Parte del aprendizaje de relaciones interpersonales es el no saber cómo relacionarse; para esto podemos guiar sus comportamientos, analizando la situación problemática, conversando las posibles soluciones y consecuencias con nuestros hijos. Aquí es clave que nuestros hijos puedan ver varias opciones de conducta, así podrá tomar la mejor decisión entre ellas. Además podemos darle ejemplos que conozcamos similares y explicarle como alguien más superó esa situación. Todo esto lo tranquilizará y le dará confianza.

Para apoyar a este aprendizaje debemos trabajar en estas áreas:
1. Desarrollar lenguaje corporal adecuado; manteniendo el contacto visual con quien hablamos, con nuestro cuerpo erguido, hablando de forma clara y firme, no hablar en tono de queja o victimización, enfatizar en palabras usando gestos y expresiones acordes.
2. Para evitar la manipulación, se puede repetir varias veces mi punto de vista, con calma y sin dejarme distraer por asuntos irrelevantes: “Sí, entiendo, estoy de acuerdo con esto que tú piensas, pero mi punto de vista es…”
3. Utilizar al “no” sin miedo; directamente y sin frases que pueden interpretarse de forma ambigua “no estoy segura”, “no creo que pueda”. Ser breves, dar una razón corta, recordemos que no debemos justificarnos ni dar mil explicaciones, tenemos derecho a decir que no.
4. Identifiquemos la personalidad de nuestros hijos para saber cómo incidir más con cada uno en el hogar. Existen niños más tranquilos, que buscan evitar conflictos; otros, más indecisos y poco autónomos, y aquellos que parecen ser más influenciables.
a) Si tu hijo es de los tranquilos, evita ser autoritaria y estricta, pon límites negociando y enséñale a defenderse de opiniones o críticas contrarias y que sepa decir “no” de forma clara y firme. Si tú eres inflexible y estricta tendrás un hijo sumiso que hoy te obedece a ti, y mañana a todos con una personalidad fuerte.
b) Si buscas que tu hijo se vuelva más independiente, deja de lado la sobreprotección y permítele equivocarse. Dale responsabilidades claras y no le supervises todo el tiempo. Confía en él, dale la seguridad que le falta.
c) Si crees que tu hijo es influenciable, refuerza su personalidad y gustos. Hagan actividades que sepas que disfrute y donde todos cuenten como son y qué les gusta hacer. Esto le puede ayudar a conocerse más y tener ideas más claras.

El camino al inicio como en todo nuevo hábito, no será sencillo; más aún si hemos estado acostumbrados a decir sí todo el tiempo; pero nos simplificará la vida y valdrá la pena. A nuestros hijos, les dará más autoestima y confianza el poder decir que no sin problema, y a nosotros una tranquilidad invaluable ¿Practicamos?

 

Daniela Ordóñez

NARCISISTAS: Quiénes son y cómo convivir con ellos

Es un corazón que se puede ver con la leyenda de me amo, o en inglés I love me, esto deja de ser sano en el narcisismo, si estás con alguien así, ojo, busca ayuda, terapia ecuador, terapia quito, psicología quito, terapeuta quito, psicóloga ecuador, terapia individual, terapia recomendada

El término se toma de la mitología griega, donde Narciso fue un chico muy atractivo y lleno de pretendientes, que se enamora de su propia imagen que se reflejaba en una fuente. A nivel psicológico el narcisismo es un trastorno de personalidad en el cual los pacientes tienen grandes complejos de inferioridad, pero hacia afuera se comportan de manera arrogante y segura.
Son personas con tendencia a ser manipuladoras y mentirosas, y se valen de juegos mentales para lograr sus propósitos. Si están sufriendo por parte de sus parejas indiferencia, ataques de celos o manipulación, tengan cuidado, puede ser que estén enamorados de un narcisista, quien fácilmente es uno de los tipos de pareja más tóxicas, que provocan gran sufrimiento en sus víctimas.

Aunque existen más hombres que mujeres con este trastorno, se puede dar en ambos géneros, y lamentablemente son malos candidatos para terapia psicológica, debido a que rara vez buscarán ayuda porque no reconocerán su condición. Entonces, lo que nos queda, es reconocer a nosotros si a nuestro alrededor tenemos alguien con estas características, y luego, unos tips para convivir con ellos ya que pueden ser personas muy difíciles de tratar.
Es muy importante primero aprender a identificar a un narcisista, y uno de los grandes indicadores es que la gente con este problema no tiene empatía; lo que significa que no pueden entender el punto de vista de otra persona ni sentir lo mismo que ella, lo que le lleva a actuar de manera egoísta. Son personas que dan mucha importancia a los logros que han conseguido (académicos, la¬borales, etc.), se sienten únicas e irrepetibles y justifican, racionalizando cualquier fallo o error. Por todo ello, como pri¬mero son ellos, y después también son ellos, son incapaces de comprender el dolor o sufrimiento del otro, y son fríos y calcu¬ladores ante los problemas de los demás.
Además, necesita continuamente ser admirado, halagado y se siente con derecho a recibir mejor trato y respeto incondicional de todas las personas alrededor de su vida. De pronto los oyentes ya están pensando en alguien con estas características, les pasa que ¿Se comporta de una manera como que el mundo girara a su alrededor? ¿Necesitas halagarlo para que te ponga atención? ¿Minimiza tus sentimientos? Si cualquier respuesta es un sí, podrías tener frente a un narcisista.
Son seductores innatos, y al inicio de la relación, sus víctimas se sienten amadas como nunca antes. Son personas encantadoras, en público y al inicio de la relación, ya en la intimidad suelen ser déspotas, agrios y hasta tiranos. Son expertos en generar en sus parejas un estado de dependencia afectiva. Muchos son infieles por naturaleza, lo que les lleva a ser extremadamente celosos, posesivos e incluso paranoicos. Su destino final suele ser quedarse solos. En realidad, bajo la personalidad narcisista se esconde alguien poco hábil en cuanto a recursos emocionales. Es una persona incapaz de identificarse con aquellos que les rodean, y que vive defendiéndose siempre del sentimiento de soledad e inadapatación.
Viendo estas características, si estás dentro de una relación de pareja o saliendo con alguien de este estilo, el mejor consejo es: huye. Si tienes dentro de tu familia, o en tu oficina alguien así, limita el tiempo que pasas con esta persona ya que de ella no vas a conseguir apoyo ni comprensión; y absorberá gran parte de tu tiempo y energía. Si estás cansado de sus necesidades y forma de ser, si te manipula, habla con aires de superioridad, te trata como que no vales nada, necesitas alejarte de inmediato, es peligroso para tu salud.
Ahora, si esta persona es muy importante para ti, no queda más que aceptar su narcisismo. Deja de pedirle a la persona narcisista el apoyo o atención que es incapaz de ofrecer. Hacerlo no logrará nada más que frustrarte y decepcionarte, algo que solo dañará aún más la relación. No esperes complacer a un narcisista, casi siempre te verá como alguien inferior; puedes llamar su atención a corto plazo pero no esperes satisfacerlo o impresionarlo a largo plazo. Perderás su respeto frecuentemente, nunca estarás a la altura de sus expectativas. Acepta esto y busca mantener tu distancia. Escucha mucho, es una gran herramienta para lidiar con los narcisistas, recuerda que pedirán toda tu atención y probablemente se enojará o te ignorará si no se la das.
Sé lo más sincero posible con tus elogios. Casi con toda seguridad, es probable que el narcisista tenga alguna cualidad que admiras. Basa la mayor parte de tus elogios en torno a dicha cualidad. Hacerlo se verá más sincero, lo que hará que el narcisista tenga un buen concepto de ti y también será un recordatorio constante de la razón por la que mantienes a esta persona en tu vida.
Sonríe y asiente. Si el narcisista es alguien a quien no puedes evitar y eres incapaz de halagarlo tan a menudo como sea necesario, la siguiente mejor opción es guardar silencio. No ganarás nada de su parte si mantienes la boca cerrada, pero al no al no desaprobar las cosas que dice, pasivamente le das la impresión de aprobación. Dado que un narcisista exige una atención constante, sonreír y asentir es una buena forma de brindársela sin tener que participar en una interacción más profunda. Este método funciona particularmente bien con aquellos narcisistas que no están completamente relacionados con tu vida (como un compañero de trabajo o un amigo que no es muy cercano).
No discutas, recuerda que nunca podrás ganar una discusión con este tipo de personas; incluso si ganaras, perderías. El mejor consejo es no acercarte mucho a ella y mantener las conversaciones al mínimo.
Cuando trates con un narcisista, es realmente importante que seas consciente de tu propia salud mental. Si tu calidad de vida disminuye debido a esa persona, necesitas alejarte de ella aun cuando sea un padre, un cónyuge o un jefe.
La única forma de romper el círculo de abuso de un narcisista es el contacto cero o, en los casos en los cuales es imposible, contacto mínimo.
No te gastes intentando cambiar a un narcisista, porque cualquier intento o esfuerzo por mejorar la situación emocional o psicológica de un abusador siempre acaba resultando en el más rotundo fracaso, porque a éste no le interesa cambiar. No importa cuan dulce seas, cuantas conversaciones tengas, cuantas cosas dejes de lado por él/ella, cuantos cursos de manejo de emociones o terapias de pareja hagas, no puede ni quiere cambiar. Por otro lado esperar a que un sociópata reconozca sus errores, así como esforzarse para conseguirlo, resulta una tarea inútil. Primero, porque todo maltratador se considera demasiado perfecto como para cometer errores. Segundo, porque lo que el abusado considera grave maltrato, para el abusador directamente son culpa de la víctima (“me involucré con esa persona porque tú no quieres tener sexo dos veces al día, ya no me quieres, no te atraigo o eres un/a frígida/impotente”). Cuanto más tiempo pases a su lado, más difícil te será apartarte y lamentarás no haber utilizado todo ese tiempo y esfuerzo en tu crecimiento como persona.
Lo más importante que debes recordar es cultivar una actitud de no respuesta hacia esa persona. Si conoces a un narcisista, ten en cuenta que habrá burlas, humillaciones y mentiras. No respondas.
Esta carta circula por internet y es muy real desde la perspectiva de un narcisista.
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Auto aceptación: El primer paso hacia tu mejor versión

En esta foto se ven dos manzanas verdes, la una sonreída viéndose al espejo, la otra detrás del espejo triste, el contraste y ser alguien que no esté triste. Busquemos coherencia, ayuda terapéutica, psicóloga ecuador, psicóloga quito, terapia psicológica, ayuda

La importancia de aceptarme a mi mismo, se relaciona directamente con una autoestima saludable. Aceptarme no es una tarea sencilla, hay muchos aspectos míos, pueden ser físicos, de mi forma de ser, o de mi pasado, que me niego a considerar o trato de ocultarme a mi mismo y al mundo. Para lograr la aceptación es importante reconocer y experimentar mi realidad tal y como es, sin juzgarme. Esto no es lo mismo que, por ejemplo, si soy desorganizado, aprobar esta forma de comportarme. Si acepto mi situación puedo valorar si mis acciones son correctas o no. El aceptar que estoy siendo desorganizado es lo que me permite concientizar lo que estoy haciendo bien e identificar lo que podría mejorar.

El aceptar se refiere a traer algo a mi conciencia, en este caso, algo que de pronto no me gusta; y al hacerlo damos el primer paso para un cambio o mejora. Mientras no acepte una parte de mi, no puedo cambiarlo. Si estoy pasada de peso, pero saco de mi conciencia el que esto puede ser malo para mi salud, nunca voy a decidir adelgazar. Aceptar es comprender que mi situación actual es de equis forma, que no va a cambiar de la noche a la mañana, y agradecer que tengo muchas cosas valiosas antes de empezar a perseguir nuevas. No se trata de resignarme y conformarme con lo que soy, se trata de aceptar que en este momento soy de una forma, comprometerme al cambio, comprendiendo que este tomará tiempo.

La aceptación entonces es el primer paso del cambio. Hay cosas que acepto y puedo cambiar y otras que no, por ejemplo, el tráfico en días de lluvia, el paso de los años, la emancipación de nuestros hijos; y el no aceptarlas, traerá dolor y frustración en quien no lo haga. La ausencia de aceptación y la presencia de un sentimiento de que no valgo mucho, pueden favorecer la búsqueda compulsiva de afecto, pudiendo caer en relaciones donde nos volvemos extremadamente serviciales o sumisos. La aceptación entonces es un diálogo honesto conmigo mismo, sin engaños ni pretextos, donde estimulo mi crecimiento personal.

Buda les dio una explicación sencilla y clara a sus discípulos acerca de la aceptación, cuando los manda a un estanque cercano y les dice llevar una roca y aceite; les dice que los tiren al lago y observen para luego contarle que pasó. Regresan más tarde y dicen: “La roca se hundió, y la mancha de aceite, ha flotado”. Y Buda les contesta: “Aunque consuman toda su existencia sentados en la orilla del lago anhelando que la roca flote y que la mancha de aceite se hunda, esto no va a pasar. Es una ley de los hechos inconvertibles”. Entonces, esto se aplica a mi altura, mi ancho de caderas, una costumbre que me incomoda de mi pareja, querer recuperar una oportunidad perdida en mi vida; por lo tanto, el aprendizaje es comprender qué debo aceptar y qué puedo modificar.

Bueno, digamos que ya doy el paso de aceptar mi realidad, lo que puedo cambiar y lo que no, aquí viene un tema importantísimo que es la actitud frente a lo que me pasa. Un ejemplo viviente fue Victor Frankl quien estuvo en cautiverio en los campos de concentración nazi, donde aprendió a aceptar lo que no podía cambiar; su circunstancia de estar ahí, la brutalidad de los guardias, entre otras, y enfocó su energía en controlar su actitud frente a los eventos. Es un ejemplo de resiliencia y de aceptación maravilloso.

Una herramienta sencilla y poderosa para comprender lo que puedo cambiar y lo que no está en mi control, es el llamado círculo de influencia.

En el centro del mismo estamos nosotros, y deberá ser nuestro centro de atención; es decir, si en algo podemos influir y debemos poner esfuerzo y trabajo en cultivar, es en nuestro proyecto personal de vida, en lo que depende 100% de nosotros; hacer deporte, buscar un trabajo que me haga feliz, empezar a cuidar mi salud, bajar de peso, etc. Más afuera, está otro círculo que se llama círculo de influencia, este indica toda relación interpersonal que tenemos; con nuestros compañeros de trabajo, pareja, hijos, amigos, vecinos, etc. Aquí tenemos influencia, pero somos la mitad de la ecuación, y podemos responder por eso, por nuestra mitad; el resto, depende de esa otra persona, y aceptar esto es maravilloso y liberador. Finalmente, el último círculo y más externo a la persona, es aquel denominado de preocupación, y aquí se ubican los eventos de vida donde la única opción es aceptar, como la muerte de algún ser querido, leyes físicas o de la naturaleza, mi pasado, mis errores, el tráfico. En este nivel solamente puedo aceptar y cambiar mi actitud ante estas circunstancias. Si ya estoy en un tráfico terrible, ¿de qué sirve pitar a todos y ponerme agresivo, tenso, de mal humor? Igual el tráfico seguirá y no dependerá de mi que se agilice, mejor me pongo una chévere música, voy escuchando algún programa que me gusta, pensando en cosas importantes, disfrutando el viaje dentro de lo posible. No puedo tampoco cambiar mi edad, mi temperamento, mis padres. Entonces, debo usar mi energía y recursos en donde puedo influir y hacer cambios, y esto es en mí misma, y en un 50% en las relaciones con los demás. En mi actitud ante lo que solo queda aceptar.
Existen actitudes para favorecer la auto aceptación desde el hogar y la escuela desde tempranas edades.
Reconocer y alabar en cada hijo o alumno sus cualidades, aptitudes y destrezas y que se manifiestan de forma destacada; así voy poniendo las bases para su autoestima.
Exaltar los esfuerzos y acciones meritorias que hacen, lo que aumentará su confianza.
La descalificación continua, ridiculizarlos en público, sarcasmo y burlas minan la autoestima generando sentimientos de incompetencia y de poca auto valoración. Aparece un deseo intenso de aprobación de los demás, dependencia del qué dirán de mí los demás.
La base de la autoestima es la seguridad en mis valores y aptitudes, el conocer mi realidad con mis capacidades y limitaciones. Así será considerada irrelevante la aprobación o desaprobación de los demás. Sólo el niño que ha sido aceptado incondicionalmente por sus padres y educadores, será capaz de aceptarse tal como es. Les dejo con esta frase tan bonita y conocida de San Francisco de Asís: “Señor, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar aquellas que puedo, y sabiduría para reconocer la diferencia”.

Con cariño,

Daniela Ordóñez

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